La situación del Club Deportivo El Nacional es una de las más complejas y preocupantes del fútbol ecuatoriano. El histórico equipo "Puro Criollo" atraviesa una profunda crisis que lo ha llevado a acumular una gigantesca deuda económica, poniendo en riesgo su estabilidad y su futuro. En este delicado panorama, ha surgido una figura de gran peso en el balompié nacional e internacional con aspiraciones de tomar las riendas del club.

Se trata de Antonio Valencia, el legendario futbolista ecuatoriano, conocido mundialmente como "El Tren Amazónico" por su exitosa trayectoria en el Manchester United y en la Selección Ecuatoriana. Valencia, un ícono del deporte nacional, ha manifestado públicamente su interés en incursionar en la dirigencia deportiva y, específicamente, ha expresado su sueño de ser presidente de El Nacional.

a intención de Antonio Valencia, según sus propias declaraciones, es clara: quiere tomar las riendas del club rojo y liderar un proyecto de recuperación. Su amor por El Nacional, institución donde inició su formación juvenil, es un factor que impulsa su deseo de contribuir a sacar al equipo de la difícil situación en la que se encuentra.

Sin embargo, el sueño de Antonio Valencia de presidir El Nacional se enfrenta a una dura realidad: la abultada deuda que arrastra el club. La gestión de esta crisis financiera sería el principal desafío para cualquier directiva, y para un nuevo presidente, la magnitud del déficit representaría una barrera inmensa para implementar cualquier proyecto deportivo o administrativo ambicioso.

La deuda actual de El Nacional es alarmante y se ha convertido en una preocupación constante para sus directivos y aficionados. El club arrastra un déficit que, según diversas fuentes y auditorías recientes, supera los 12 millones de dólares. Esta cifra incluye deudas con exjugadores, exentrenadores, organismos como la FEF y el IESS, y procesos judiciales que amenazan constantemente la estabilidad de la institución.

Asumir la presidencia de El Nacional con una deuda de más de 12 millones de dólares requeriría una capacidad de gestión financiera excepcional, una visión estratégica clara y, posiblemente, un plan de capitalización robusto. Antonio Valencia, con su experiencia internacional y su prestigio, podría atraer inversiones y generar confianza, pero el desafío de sanear las arcas del club rojo sería monumental para "El Tren Amazónico".