Existe el rumor de que cuando la hinchada de Boca festeja un gol, la Bombonera late. Pero no solo su estadio, sino cualquiera que la barra xeneize pise. Un experimento ha determinado, inclusive, que la fanaticada del club provocó tres movimientos telúricos en el escenario deportivo de la final de la Copa Argentina.

Apenas una semana antes del encuentro entre Boca y Racing, se instaló un sismógrafo bajo la gradería donde se ubicó la hinchada del club xeneize. El objetivo era medir la intensidad de sus celebraciones. Y el resultado fue increíble.

Ésta provocó tres temblores. El primero y el de mayor intensidad se dio luego de que Santiago Silva marcara el empate transitorio 1-1. En ese momento, la algarabía en la fanaticada de Boca provocó un movimiento que registró un "temblor" de 6,4 en la escala de Richter.

Tras el segundo gol se produjo uno de 6,1, y durante la ceremonia de premiación, uno último de 5,9. El experimento fue realizado por la marca deportiva que viste al club.